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Foto del escritorOmar Rodríguez

Las 5 etapas del duelo al final de una relación.

Actualizado: 15 dic 2020


Dejar ir una relación puede ser complicado. Eso se debe a que el final de una relación es, de cierta forma, como experimentar un fallecimiento. Incluso si eres quien inició el rompimiento, e incluso si crees que el rompimiento es lo mejor para todos los involucrados, dejar ir una relación sigue el mismo proceso que llorar una muerte.


Estas son las 5 etapas del duelo aplicadas aún rompimiento:


1. Negación

En esta fase, nuestro corazón, y no nuestra cabeza, domina nuestro sistema de creencias conforme intentamos ajustarnos a la idea de la vida sin la persona que estamos perdiendo. A pesar de que sabemos que la relación ya terminó, realmente no lo creemos. En contra de lo que todos a nuestro alrededor saben que es lo mejor, nosotros no podemos evitar albergar fantasías de que todo saldrá bien. Vemos destellos ocultos de esperanza enterrados en claras indicaciones de que ha terminado. (No es de sorprender que esta sea la fase en la que somos más susceptibles a enviar mensajes nocturnos).

2. Ira

La ira puede manifestarse de diferentes maneras: enojo hacia tu ex (¿cómo pudo hacerme esto? ¿por qué no puede dejar de ser tan egoísta?), enojo con Dios o el universo (¿por qué nada me sale bien? ¿por qué estoy condenado?), enojo hacia las personas o situaciones asociadas con el rompimiento (enojo hacia “la otra mujer”; enojo porque tu pareja perdió su trabajo y entonces “cambió”) y enojo hacia otras personas que no están de acuerdo con o soportan tu enojo (“¿puedes creer que Karla y Jorge quieren seguir siendo sus amigos después de lo que me hizo?”)


Esta es la fase en la que pensamos que es una gran idea decirle a todo el mundo lo “loco” o “psicópata” que era nuestro ex. Esta también es la parte en la que pensamos que es crucial que le enviemos correos de odio a nuestro ex porque no queremos que crea que se salió con la suya.



3. Negociación

La negociación suele ir de la mano con la negación. Negociar puede ser buscar cualquier manera de hacer que la relación funcione negociando, amenazando y/o haciendo trucos de magia, por ejemplo, decirle a tu ex que cambiarás, te mudarás o irás a terapia o diciéndole que está lastimando a los niños, a su familia, a tu familia y al perro al irse.

Y, por supuesto, esta fase no está solamente limitada a negociar con tu ex. Muchas personas negocian con los poderes superiores, prometiendo ser una mejor persona si su ex regresa. Durante esta etapa, podrías sentir un nuevo interés en la astrología, el tarot o cualquier tipo de vudú que prevea una reunión. También es en esta etapa cuando buscamos ayuda de amigos y familiares para “hacerlo entrar en razón”.


4. Depresión

La depresión, como el enojo, también surge de diferentes formas, por ejemplo sentirse cansado todo el tiempo, no querer hacer nada más que acostarse, sentirse desconectado de los demás incluso estando con ellos, estar al borde de las lágrimas la mayor parte del tiempo, problemas para dormir o dormir demasiado, pérdida del apetito o comer demasiado, incremento en el uso de alcohol o drogas, y, la más grande, desesperanza.


La desesperanza es la más generalizada y debilitante; es lo que nos hace creer que nunca nos sentiremos mejor. La desesperanza te hace sentir como que nunca seguirás adelante y nada nunca te saldrá bien en el futuro.

5. Aceptación

Finalmente, esta es la fase en la que somos capaces de hacer las paces con la pérdida. NO siempre sucede repentinamente; suele pasar gradualmente, poco a poco, intercalado con algunas de las otras fases. La aceptación no siempre involucra armonía y flores, es casi seguro que habrá algo de tristeza remanente. La aceptación involucra hacer las paces con la pérdida, dejar ir la relación y lentamente seguir con tu vida. A veces se siente como que esta fase nunca llegará, lo que usualmente significa que estás batallando con una fase más temprana.


Saber cuáles son las fases de duelo puede ayudar a normalizar tu experiencia de rompimiento. También es importante saber que no hay límites y no hay manera de acelerar el proceso. El duelo es como la digestión: no hay nada que puedas hacer para acelerarlo. Toma tiempo y lo único que puedes hacer es intentar superarlo. Pero aliméntate con esto, como todo lo demás, eventualmente pasará.


Trabajar este proceso junto a un profesional experimentado, hará más ligero y menos doloroso este rompimiento.

Si estás pasando por una situación cómo está, agenda una sesión conmigo para sentirte mejor y estar acompañado en este camino. http://www.coachdevidaycarrera.com



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