Qué es perdonarse a sí mismo una infidelidad
Qué es perdonarse a sí mismo una infidelidad
Antes que nada, vamos a definir qué es infidelidad.
La infidelidad es el quebrantamiento de un acuerdo mutuo de exclusividad sexual.
No vamos a incluir en este aspecto algo diferente a lo sexual. A una persona no le duele que su pareja piense en otro, sino que vaya y se revuelque con él (ella). Es más, no le importa si fue por amor o por placer… lo que genera el sufrimiento es el hecho mismo del acto, o traición.
Entonces, qué sería perdonarse a uno mismo una infidelidad.
Perdonarse a sí mismo una infidelidad, o cualquier otro hecho, es estar libre de sentimientos de culpa.
Son definiciones sencillas, pero precisas, que nos permitirán abordar el tema de manera clara. Al final, tú mismo debes sacar tus propias conclusiones, porque pese a que el perdón está dentro de las emociones positivas, no siempre lo que sucede alrededor a él es tan bueno.
Cómo perdonarse a sí mismo una infidelidad
Para ayudarte en tu proceso de perdón, es muy importante analizar la infidelidad desde un enfoque diferente. Siempre se nos ha dicho que es un acto reprobable y que la persona que lo comete es muy mala, pero eso no es del todo cierto.
La infidelidad es más común de lo que se cree. ¿Por qué? Fácil. Porque es una tendencia natural. En varios estudios con diversas especies se ha comprobado que la monogamia sexual es muy extraña en la naturaleza.
El ser humano, desde su racionalidad, implementa la monogamia sexual (y emocional) como un fenómeno social. Frases como almas gemelas, o cuentos como el del hilo rojo que conecta los dedos meñiques de quienes están destinados a estar juntos, son ideaciones humanas, no de la naturaleza.
Esto no debe usarse como justificación. Es decir, la infidelidad no es anti-natural pero cuando tú te comprometes con alguien a ser fiel, ya sea al dar un sí para un noviazgo o frente a un altar, la infidelidad se vuelve algo negativo porque fallaste a tu pacto social, y por tanto adquiere el carácter de traición.
Si hay una relación abierta, pues no hay infidelidad.
Entonces, para perdonarte a ti mismo por este quebrantamiento tan común, debes empezar por entender que no eres el único que lo ha cometido, porque está en la genética de todos los seres humanos. Es algo instintivo.
¿Por qué somos infieles?
Otra cosa que debes comprender es por qué somos infieles. Bien, la razón puede variar según el caso, pero la raíz es la misma: Insatisfacción. No solo con tu pareja actual, sino también contigo mismo.
La infidelidad se debe a que hay un conflicto emocional que precisa de una “descarga”, de un alivio temporal.
Por ejemplo, tuviste un problema fuerte en el trabajo y aparece en medio un tipo que te trata muy bien. Te dejas llevar y, pese a saber que tu esposo espera en casa, pues cedes. También les sucede a los hombres, cuando tienen una discusión con sus esposas y salen a buscar compañía en los prostíbulos.
Ahora, es importante recalcar que la infidelidad sucede igual en hombres y en mujeres. Lo que pasa es que las mujeres, desgraciadamente, han vivido bajo el yugo de los hombres por mucho tiempo. Eso afortunadamente está cambiando. Hoy en día, gracias a los movimientos de liberación, pueden participar activamente de la sociedad y ser más abiertas a estos temas.
Es decir, en apariencia podría parecer que las mujeres son más fieles que los hombres, pero eso no es así. Esa apariencia se ha tejido por fenómenos sociales, no reales.
Si tú fuiste infiel, ya sabes la razón de fondo. Debes aceptar que estabas pasando por un momento difícil y cediste a tus instintos. Perdonarte a ti mismo es un proceso, y debes aceptar que tu infidelidad fue algo natural, ocasionada por un conflicto emocional que requería de atención, o que aún debes solucionar para evitar nuevamente la infidelidad.
Cómo manejar el sentimiento de culpa por la infidelidad
Este es un punto interesante porque, extrañamente, el sentimiento de culpa se intensifica si lo disfrutaste; cuanto más gratificante fue la experiencia de infidelidad, más culpable te sientes. Es curioso, pero también sucede en la mayoría de los seres humanos.
En este punto debes entender que ese sentimiento de culpa es artificial. Se siente real, claro que sí, pero también es un fenómeno social. La sociedad nos ha enseñado a sentirnos culpables después de una infidelidad. Eso no pasaba con los cavernícolas.
Para perdonarse a sí mismo, debes evaluar qué te llevó a ser infiel. Debes replantear tu relación. Responde: ¿quiero continuar con mi pareja actual? ¿Fue solo un desliz de una vez? ¿Amo a mi esposo(a)? ¿Sería correcto comentárselo? ¿Quiero empezar de nuevo con otra persona?
El sentimiento de culpa a veces no se ocasiona por la infidelidad en sí misma, sino porque no has tenido las agallas de cambiar algo que ya viene mal. Esa cobardía es lo que te produce el malestar. Lo que te condujo a los brazos de un tercero.
Si después de la evaluación entiendes en el fondo de tu corazón que las cosas con tu pareja no funcionan, debes tomar las acciones necesarias. Sé sincero con ella, pero sobre todo contigo mismo. No vale la pena que le sigas robando su tiempo. Ella merece saberlo, y ese tiempo le puede servir para rehacer su vida.
Claro, debes ser asertivo(a) y sopesar las consecuencias. No pretendas dañar un matrimonio de 15 años donde hay 2 o 3 hijos de la noche a la mañana. Hay que ser inteligentes y encontrar el mejor momento y la forma más adecuada, pero que toca actuar es innegable. Perdónate a ti mismo la infidelidad y sigue, que la vida no se ha acabado.
Caso distinto es si amas a tu pareja o, en otras palabras, si la infidelidad fue solo una vez. ¿Valdría la pena decirlo? Ten en cuenta que muchas veces la confesión genera más estragos que la propia infidelidad. Si crees que contarlo va a eliminar tu sentimiento de culpa, pues estás equivocado; a la final podría acabarlo todo. Nadie gana y tú lo pierdes todo.
Sé inteligente. Perdónate a ti mismo este desliz, si solo fue ello, y sigue. Haz a tu pareja incluso más feliz. Valórala. Dile que la amas. Invítala a salir. Consiéntela. Usa la infidelidad como una indicación de lo mucho que tienes en casa. En vez de perder el tiempo con sentimientos de culpa que no aportan nada, inviértelo en tu relación. Si hay amor, cuídalo, y no lo vuelvas a poner en peligro.
Serás mucho mejor si aprendes la lección y le sacas provecho, en vez de si te pones a llorar y destruyes tu vida y todo lo que has construido por algo estrictamente instintivo.
Claro que no es fácil, sin embargo debes buscar la salida menos dolorosa para todos; y en este caso es que tú cargues con el sentimiento de culpabilidad, que poco a poco se irá, y no que se lo pases a tu pareja, tus hijos, etc.
Cada situación es particular. Nosotros solo intentamos guiar. No estamos de acuerdo con la infidelidad, pero somos conscientes de que pasa. Esto solo es una guía, no una ley absoluta.
Y sobre todo, creemos que para construir relaciones sanas con un amor genuino, se debe ser honesto. No obstante, vivimos en un mundo imperfecto. Y en este caso contar una infidelidad puede que no mejore la confianza en la pareja sino todo lo contrario: que ya no haya pareja de la cual hablar.
Además, perdonarse a sí mismo es un acto personal, por tanto no debería afanarnos el hecho de incluir a toda la familia. Es más, ni siquiera es necesario que otros te perdonen. Si estás en paz contigo mismo, ¿qué interesa que el mundo se caiga a pedazos?
Hagas lo que hagas, que sea tu decisión.
Pasos a seguir para perdonarse a uno mismo una infidelidad.
Resumiendo, vamos a enumerar los pasos que deberías seguir para perdonarte a ti mismo una infidelidad.
· Entiende que la infidelidad es natural, la monogamia no.
· Comprende que la infidelidad es resultado de un conflicto emocional, ya sea con tu pareja o contigo mismo.
· Descubre qué te llevó a ser infiel: ¿tu pareja ya no te hace feliz? ¿Fue un solo un desliz de una vez? ¿Tu pareja te satisface emocionalmente pero no sexualmente? ¿Amas a otra persona? ¿Quieres rehacer tu vida con alguien más?
· Entiende que el sentimiento de culpa es una herencia social. La sociedad te ha educado para que te sientas culpable al ser infiel.
· Piensa y sopesa las consecuencias de decir la verdad.
· Actúa. Ahora que ya sabes por qué fuiste infiel, y todas las repercusiones que podría ocasionar decir la verdad, debes actuar. Sé, sobre todo, honesto contigo mismo. No hagas de tu vida un infierno sin necesidad.
· Sé paciente. El sentimiento de culpa no se irá de un día a otro. Pero si cumples con estos pasos, abordarás la situación de una mejor manera y poco a poco la culpa se irá.
· Haz lo que te diga el corazón, pero de forma inteligente. No seas impulsivo. Piensa bien las cosas y actúa acorde tu punto de vista, no el nuestro o el de alguien más.
Finalmente, analiza lo siguiente:
El perdonarme a mí mismo una infidelidad es un acto personal. Por tanto debe girar alrededor de mis pensamientos, mis sentimientos y mis decisiones.
Si estás pasando por una situación cómo está, agenda una sesión conmigo para sentirte mejor y estar acompañado en este camino.
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